madre de los sencillos

 

Gracias, María, por ser sencilla,

por dejarte ver por los sencillos,

por los pequeños y débiles y,

a ellos darles tus mejores dones.

Hoy, nosotros, Madre, los jóvenes y niños,

nos ponemos ante ti con sencillez,

porque pequeña es nuestra vida

aunque queremos que esté llena de cosas grandes.

Por eso, te pedimos, Madre,

que nos enseñes a amar y a trabajar,

a servir y a conocer a Jesús, con sencillez,

como Tú, Madre, para hacer de nuestras vidas

un rincón de cobijo para los demás.

Amén.