Es necesario promover y practicar la solidaridad desde un principio de ayuda y colaboración que transforma las relaciones humanas y sociales; un modo de ser comprensivo que combata la indiferencia ante la injusticia y el abuso. Dicha práctica y conocimiento pueda fructificar en una cadena de actitudes y procedimientos personales que beneficie las relaciones entre los seres humanos en un sentido de ayuda, colaboración y comprensión.
Vivir con solidaridad, y comprensión, implica vivir mejor, sin ser despreciado o explotado. Para lograrlo es necesaria la cooperación mediante la dinámica de las redes sociales que usando las Tecnologías de la Información y la Comunicación pueden contribuir al desarrollo de una cultura con conciencia, que no ignore los problemas humanos de la comunidad, la nación y el mundo.
Una realidad o ejemplo concreto, La Parroquia San Jaime de Algemesí a la que pertenecen muchos profesores y alumnos del Colegio Marista. Desde la Parroquia se mantiene el comedor de Lima (Perú). Una religiosa de esta ciudad fundó no hace muchos años algo solidario a favor de los niños peruanos. En cuaresma surgió la idea y el primer año por Navidad se recogieron diez millones de las antiguas pesetas. En este comedor se da de comer una vez al día a niños/as que pasan hambre. En las cuentas recientes y públicas de este año se ve que a pesar de la crisis, se han recogido más de tres mil €. Esto permite que esta obra social continúe. Estos niños que son el colectivo más vulnerable de la sociedad peruana, agradecen el que aportemos este granito de arena a su favor.